miércoles, 28 de abril de 2010

Manejando el caballo por la cola.

Por Luis Larraín.

Nos hemos pasado veinte años tratando de manejar el caballo por la cola, me decía un amigo aludiendo al período en que gobernó la Concertación. La Alianza tuvo que limitarse a realizar un "control de daños" evitando que las iniciativas socialistas tuvieran éxito. Manejar el caballo por la cola tiene sus riesgos, se pueden recibir patadas; pero por sobre todo cuesta mucho llevar al animal hacia dónde uno quiere.

¿Por qué ahora, que se supone que uno de los nuestros está sentado en la montura, tenemos que seguir jugando el juego de ellos? Esto a propósito de quienes juzgan inevitable considerar un aumento de los impuestos para financiar parte de los costos de la reconstrucción de los activos destruidos por el terremoto. Si creemos que los impuestos lesionan la capacidad productiva del país, entonces es inexplicable subirlos en este momento, justo cuando necesitamos reemplazar producción porque se destruyeron los bienes de capital que la hacían posible.

Se pueden dar veinte razones por las cuales aumentar los impuestos es una pésima idea: el desempleo está aumentando y un alza de impuestos agudizará esa tendencia; las zonas afectadas demorarán en recuperar su capacidad productiva por lo que se requiere que otras industrias, ubicadas en lugares distintos, aumenten su inversión; el Estado tiene fondos en el extranjero precisamente para abordar emergencias; hay capacidad de endeudamiento afuera y adentro del país; el endeudamiento no debiera presionar excesivamente los mercados crediticios porque éstos presentan holguras hoy día; las tasas de interés a las que puede acceder Chile están entre las más bajas de la historia; hay capacidad de ahorro del Fisco; se pueden vender activos del Estado, etc.

Pero la principal razón para no aumentar los impuestos es de carácter político. Sí, leyó bien, la razón para no hacerlo es política. Sebastián Piñera ganó las elecciones presidenciales con un proyecto para Chile que confiaba en el emprendimiento como principal herramienta para sacar a nuestro país del marasmo en que lo tenían sumido los últimos gobiernos de la Concertación. Perdieron los candidatos que prometían subir los impuestos, no tuvieron éxito los que repetían sin cesar: más Estado.

Si creemos que los impuestos son malos para el país y van a provocar desempleo debemos decirlo a los chilenos y actuar en consecuencia. Hablar de cobrar impuestos a las grandes empresas es demagogia pura, las empresas son creaturas humanas y el impuesto que se les cobra es sólo una retención del tributo que en definitiva pagan sus dueños. El único efecto real de cobrar impuestos a las empresas es castigar la inversión. De hecho no se conoce proceso alguno de desarrollo económico acelerado en el mundo que no esté basado en rebajas tributarias a las empresas que invierten.

Sebastián Piñera debiera rechazar el chantaje moral de quienes postulan que las grandes empresas tienen que aportar a la reconstrucción a través de mayores impuestos. Las empresas aportarán de muchas maneras: de partida con donaciones y ayuda a los damnificados, adicionalmente dando empleo a miles de cesantes e invirtiendo para producir más.

Quienes postulan que hay que subir los impuestos para mejorar la situación de los más pobres fueron derrotados en la elección presidencial y si el gobierno les da la razón ahora estaría abdicando del legítimo derecho a gobernar con las propias ideas y no con las del adversario.

Suponemos que el gobierno que nos rige ganó las elecciones no para simplemente darse el gustito de habitar en La Moneda. Lo hizo para demostrar que sus ideas son mejores para Chile.

El gran riesgo de la administración Piñera es quedarse sólo en el mejoramiento de la gestión y conformarse con la diferencia que eso le dará frente a los gobiernos de la Concertación. Eso no basta para hacer la segunda transición que requiere Chile. Abandonar tan temprano ese objetivo por consideraciones políticas de corto plazo puede terminar frustrando el proyecto de hacer de Chile un país desarrollado.

Luis Larraín es Director Ejecutivo de Libertad y Desarrollo.(Chile)

Publicación original, El Mercurio 4 de abril de 2010.

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lunes, 26 de abril de 2010

Piñera revoca nombramiento de nuevo director de La Nación tras queja de la UDI.

PHILLIP DURÁN Y MARGARET VALENZUELA

Cerca de las 16 horas de ayer, el presidente Sebastián Piñera telefoneó al presidente de la UDI, Juan Antonio Coloma. El motivo: notificarle que había revertido la designación del periodista Mirko Macari como director del diario La Nación.

El llamado del Mandatario era la culminación de una mañana cargada de frenéticas gestiones, tras la fuerte molestia que había provocado dicha decisión en la UDI.

La noche anterior, en una cena entre varios senadores de la UDI y Piñera, uno de los parlamentarios se enteró a través de su blackberry que Macari había sido ratificado esa misma tarde por el directorio del periódico.

El tema fue planteado en la mesa y la incomodidad UDI surgió inmediatamente, especialmente de Jovino Novoa. El ex presidente del partido resintió que Macari fuera uno de los fundadores del periódico Plan B, el que publicó reportajes vinculándolo con el caso Spiniak. Además, tuvo un alto cargo en La Nación Domingo, publicación crítica del partido.

Inicialmente, el nombre había sido propuesto a Piñera por la ministra secretaria general de Gobierno, Ena von Baer, junto a su asesor y miembro del directorio de La Nación, Gonzalo Müller. Ambos son militantes de la UDI.

En una primera ocasión, el Presidente desestimó esta alternativa. Pero luego de que el directorio viera caer varias otras cartas, Von Baer y Müller retomaron el nombre de Macari. Y le sugirieron al presidente del directorio del diario, Daniel Platovsky (RN), que se reuniera con él, lo que se concretó el viernes pasado. La evaluación de Platovsky fue positiva.

Así, el nombre fue nuevamente propuesto ante Piñera, quien viendo la recomendación de Platovsky, aceptó. Con este aval, el tema fue abordado en una reunión extraordinaria de directorio el jueves en la tarde, donde el nombre de Macari fue aprobado de manera unánime. En la cita estuvieron presentes la ex generalísima de Joaquín Lavín, Cristina Bitar, y el asesor del segundo piso de Piñera, Hernán Larraín Matte.

Sin embargo, durante todo el proceso, el gobierno no realizó consultas a la directiva de la UDI. Algo que en el partido -que había tenido desencuentros con La Moneda por el nombramiento de gobernadores, el alza de impuestos y la venta de LAN y Chilevisión - reclamaron con dureza, apuntando especialmente a Von Baer, Platovsky y Müller.

Incluso, la molestia de la UDI aumentó cuando ayer al mediodía Platovsky apareció defendiendo la designación. Algo que levantó suspicacias en el partido sobre si el episodio fue solo una "desprolijidad" o hubo una intencionalidad detrás.

La arremetida y el veto

En ese contexto, a primera hora de ayer, Coloma telefoneó a Von Baer para expresarle que la decisión era "indefendible e impresentable". Poco después, la ministra fue a la propia sede de la UDI para reunirse con Coloma y Novoa. En medio de la reunión, la titular de la Segegob recibió un llamado telefónico de Piñera, quien le pidió que, al volver a La Moneda, lo visitara en su despacho.

Von Baer salió de la reunión con Novoa y Coloma con la convicción de que la UDI no echaría pie atrás. Y luego, en su cita con el Presidente, reconoció su responsabilidad política por no haber socializado el nombre de Macari con su partido.

A esas alturas, en La Moneda ya había trascendido la fuerte molestia de Piñera con la ministra y Platovsky. En la Segegob, sin embargo, explican que Macari fue elegido para dar una señal de independencia, apelando a su perfil crítico y lejano a la Alianza.

En su reunión con Von Baer, Piñera zanjó la decisión de revocar el nombramiento. Sin embargo, antes de oficializarlo, pidió hablar una vez más con Platovsky.

Así, cerca de las 15 horas, el Presidente dio el vamos a la ministra. Von Baer resolvió no entregar personalmente una versión pública y acordó con Platovsky divulgar un comunicado firmado por el directorio de La Nación, el que "deja constancia de que (...) esta decisión en nada afecta la valoración profesional del señor Macari".

''Plan B y La Nación Domingo, en los que esta persona tuvo una participación destacada, fueron inescrupulosos e infamantes en muchos temas que perseguían destruir a la UDI".

JOVINO NOVOA, SENADOR UDI

''El directorio de la Empresa Periodística La Nación comunica que acordó dejar sin efecto el nombramiento del periodista Mirko Macari Squella".

COMUNICADO DEL DIRECTORIO DE LA NACIÓN

''No nos preocupamos de sus experiencias profesionales del pasado, no lo miramos desde el punto de vista de su línea política, lo contratamos por sus habilidades profesionales".

DANIEL PLATOVSKY
PRESIDENTE DEL DIRECTORIO DE LA NACIÓN


Comentario en El Mercurio:

Posteado por:
Ángel Jara González
25/04/2010 09:27
[ N° 4 ]

Maciri es un cara dura, ha basureado a Piñera, calumniado, fué complice en la orquestación de pedofilia y ahora quiere esa peguita y ser empleado de Piñera, cero moral, cero ética

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